Profundidad de bits
Así pues, el color de cada píxel va a ser un número en la cadena de datos, y, en función de cuántos colores queramos diferenciar, necesitaremos más o menos bits. La profundidad mínima es de un bit por píxel: dos informaciones posibles que se traducen en negro (0) o blanco (1).
![]() ![]() Un "bitmap" o mapa de bits es en realidad una imagen formada por píxeles blancos y negros. |
![]() ![]() En escala de grises, hacemos imágenes acromáticas o neutras con un byte por píxel. |
![]() ![]() Imagen en color indexado de 8 bits, sin tramado. En ella puede apreciarse el efecto banda en el cielo, el casco de la embarcación o el agua. |
El peso informático se triplica con respecto a la escala de grises o del color indexado, pero la gama de tonos disponibles se eleva a unos 16,7 millones. El modo más utilizado en fotografía digital es el RGB o RVA (Rojo, Verde, Azul), que se adapta a la tecnología de las cámaras, escáneres, proyectores y monitores.
![]() ![]() En RGB (RVA), cada píxel es la combinación de un valor de 0 a 255 de Rojo, Verde y Azul. |
Los colores que se pueden distinguir con 4 bytes superan los 4.000 millones, pero con la gama descrita resultan en 100 millones, ya que cada uno indica el porcentaje de superficie tintada, como es tradicional en las artes gráficas. Es decir, se utilizan 100 tonalidades, en lugar de las 256 posibles.
En general, percibiremos las imágenes CMYK algo más suaves y continuas que las RGB, porque en ellas hay más tonos intermedios. Pero también las veremos algo menos saturadas, un concepto en el que ya profundizaremos cuando hablemos de espacios de color. Convertir a CMYK sigue siendo necesario para una impresión offset, pero no para los actuales sistemas de impresión doméstica y revelado digital.
![]() ![]() El modo CMYK está basado en las proporciones de tinta con las que se imprimirá la imagen. |
Los modos RGB y CMYK son, en cierto modo, complementarios, ya que combinan la luz sumándola o filtrándola. Los colores primarios de un sistema son los secundarios en el otro, tal como puede verse en esta ilustración:
![]() ![]() A. Combinación aditiva. B. Combinación sustractiva. Sumando luz, toda mezcla es más clara que cualquiera de los colores que intervienen. Restándola, en cambio, los secundarios son más oscuros que los primarios. |
Para rellenar zonas, podemos utilizar un selector con reguladores RGB, que podemos mover de 0 a 255. Usando sólo estos dos valores extremos, los tonos posibles serán los 8 que necesitamos. Un primario tendrá un valor 255 y dos valores 0, mientras que un secundario constará de dos valores 255 y un único valor 0. El blanco tendrá los tres valores 255, y el negro los tres valores 0.
![]() ![]() Obtención del color primario Rojo con los reguladores RGB. |
![]() ![]() Paleta de muestras en Photoshop. Las seis primeras muestras son las correspondientes a los primarios RGB y CMY. |
Es muy simple: dos modos, como la escala de grises y el color indexado de 8 bits, pueden tener la misma profundidad, es decir, usar la misma cantidad de bits para describir el color. Existen otros modos de 24 bits, además del RGB, como el HSB (Tono, Saturación, Brillo) o el LAB, que describe la luminosidad del píxel con uno de los bytes y los valores cromáticos con los otros dos. Son modos teóricos, ya que los dispositivos de salida no los muestran ni reproducen, pero amplían mucho las posibilidades de ajuste y tratamiento.
Por otra parte, también es posible usar un mismo modo a diferentes profundidades de bits. El caso más habitual es el RGB de 16 bits, en el que cada uno de los tres primarios se codifica con 2 bytes, multiplicando el número de colores teóricos. Aunque la salida se realice a 8 bits por primario, con 16 se pueden aplicar muchos ajustes consecutivos sin que los sucesivos redondeos en los valores "postericen" y empobrezcan la gama de tonos.